19 de abril 1810
El 19 de abril de 1810 renació la conspiración de los mantuanos, quienes
en esta ocasión se habían procurado la cooperación de los batallones
veteranos o las milicias, así como el apoyo de los notables, los
intelectuales, de parte del clero y otros sectores de la sociedad, y de
un núcleo considerable del pueblo. Una vez eliminada la posibilidad de
toda resistencia en la Península, los notables caraqueños concibieron la
constitución de una junta similar a las formadas en España a fin de
regir los destinos de la provincia.
El capitán general Vicente Emparan, deseoso de ganar tiempo e indeciso
ante el camino a seguir, suspendió la sesión del Cabildo y se dirigió a
la catedral; sin embargo a las puertas de ésta, uno de los
revolucionarios, Francisco Salias, se interpuso y tomando del brazo a
Emparan, le conminó a regresar al Cabildo. La actitud de Salias fue
ampliamente celebrada por la multitud en general y por un grupo de
conjurados; ante la osadía de Salias, los soldados que formaban la
guardia del capitán general hicieron un ademán de apercibir sus armas,
pero una orden del oficial venezolano que los mandaba, los mantuvo
firmes en sus puestos sin intervenir. Dadas la circunstancias, Emparan
regresó al Cabildo, acompañado de los alcaldes, regidores y notables,
mientras una multitud invadía la plaza mayor. Al poco tiempo llegaron al
Cabildo el abogado Juan Germán Roscio, el canónigo José Cortés
Madariaga y otros representantes del pueblo y del clero, quienes se
incorporaron a la reunión. Presionado por los factores de poder
presentes en el Cabildo de Caracas, Emparan pronunció las palabras que
señalaron el principio del fin, por lo menos jurídicamente, del régimen
español en Venezuela. Dirigiéndose al pueblo congregado en la plaza,
desde el balcón del cabildo, les preguntó si deseaban que él continuase
mandando; ante la respuesta negativa de las personas presentes, exclamó
Emparan: "¡ Pues yo tampoco quiero mando!". Luego de esto, quedó
establecida la que oficialmente recibió el nombre de Junta Suprema
Conservadora de los Derechos de Fernando VII.
El mismo 19 de abril de 1810 fue redactada el acta en la cual se
consignaba el establecimiento de un nuevo gobierno. En la misma se
precisaba que el gobernador y capitán general, el intendente de Ejército
y Real Hacienda, el subinspector de artillería y el auditor de Guerra y
asesor general, así como la Real Audiencia, quedaban privados del mando
que ejercían, a la vez que suprimían esas instituciones. En
consecuencia el Cabildo de Caracas, con sus 2 alcaldes José de Llamozas y
Martín Tovar y Ponte a la cabeza, asumió el poder, incorporando en su
seno a los representantes del clero, del pueblo y de los pardos, ya
mencionados, mientras que el mando militar era confiado momentáneamente
al teniente coronel Nicolás de Castro y al capitán Juan Pablo Ayala. El
acta del 19 de abril fue firmada por todos los asistentes al Cabildo
extraordinario de ese día, incluyendo a los funcionarios españoles
depuestos (Vicente Emparan), los que desempeñaron un papel secundario y
los que a partir de ese momento asumieron el poder (Tovar, Roscio,
Cortés de Madariaga, etc.). El acta fue leída el mismo día en diversos
lugares de Caracas por los escribanos Fausto Viaña y José Tomás Santana,
quienes certificaron que la población reaccionó gritando las siguientes
consignas: "Viva nuestro Rey Fernando VII, nuevo Gobierno, Muy Ilustre
Ayuntamiento y Diputados del Pueblo que lo representan". En definitiva
la revolución se llevó a cabo sin derramamiento de sangre. Los
funcionarios depuestos fueron conducidos luego a La Guaira y encerrados
en las fortalezas o confinados a bordo de buques anclados hasta que se
les expulsó. De acuerdo con el testimonio de uno de ellos, el intendente
Basadre, durante el tiempo que estuvo en prisión pudo apreciar como los
revolucionarios compusieron e hicieron circular canciones alegóricas de
su Independencia, en las cuales convidaban a toda Hispanoamérica a
hacer causa común y a tomar " a los caraqueños por modelo para
dirigir revoluciones" Al parecer, ya entonaban la canción que mucho más
tarde fue declarada Himno Nacional de Venezuela: "Unida por lazos que
el cielo forjó la América toda existe en Nación y si el Despotismo
levanta la voz seguid el ejemplo que Caracas dio." En conclusión,
aunque el 19 de abril de 1810 no fue declarada jurídicamente la
Independencia de Venezuela, políticamente se produjo un cambio radical
que culminó con la declaración 5 de Julio.
María Méndez
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