sábado, 29 de diciembre de 2012

Fermin Toro

Fermín Toro


Fermín del Toro y Blanco (El Valle, 14 de julio de 1806 - Caracas, 23 de diciembre de 1865) fue un reconocido polímata, humanista, político, diplomático, literato, escritor, orador y docente venezolano, que fuese varias veces Ministro Plenipotenciario de Venezuela, Ministro de Hacienda de Venezuela en dos ocasiones así como Ministro de Relaciones Exteriores. Igualmente fue dos veces Diputado en el Congreso de Venezuela y durante la crisis del «Gobierno de la Fusión», liderado por Julián Castro, presidió en 1858, la Convención Nacional de Valencia, que serviría para reorganizar las filas del Partido Conservador de Venezuela y materializar una «Reforma Constitucional», que daría pie al inicio de la Guerra Federal, durante la cual sirvió al gobierno como líder de diferentes misiones diplomáticas para obtener financiamiento, que era necesario en aquellos momentos en Venezuela, acudiendo a países como España, Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Brasil y los Países Bajos.
A la par que su labor política y diplomática, sus aportes a las letras y la escritura fueron notorios, con títulos como Europa y América, Cuestión de imprenta y Los estudios filosóficos en Venezuela. Igual de notoria fue su obra de carácter politológico, publicada en 1845, «Reflexiones sobre la Ley del 10 de abril de 1834». Igualmente fue notoria su labor en la docencia, además de colaborar con artículos literarios en los periódicos de la época, a la vez que se incorporó al grupo que dirigía «El Liceo Venezolano», importante institución científico-literaria. Luego, en 1842, publicó por entregas la novela «Los Mártires», considerada como la primera novela producida en el país; además de la misma escribió «La viudad de Corintio y La Sibila de los Andes».

El escritor español Pedro Grases lo incluyó a él dentro de un grupo de hombres notables a quienes llamó la generación de 1830. Otros personajes importantes de esa generación fueron Juan Vicente González, Juan Manuel Cagigal, Rafael María Baralt, Valentín Espinal, Luis D. Correa y José Antonio Maitín. Esta generación tuvo un papel muy destacado dentro de la política y las letras venezolanas; a pesar de contar muchos de ellos únicamente con una formación autodidáctica como consecuencia de la guerra de independencia que asoló al país durante varios años.
Fermín Toro murió a causa de una enfermedad en Caracas el 23 de diciembre de 1865. Al enterarse de su muerte Juan Vicente González, amigo suyo, le escribió una Meseniana donde lo califica como El último venezolano y se lamenta de su defunción.

Algunos extractos de esa mesania:
Es medianoche. Silencio dulce y triste envuelve la tierra adormecida. La luna pálida va visitando las dispersas nubes; las estrellas del cielo se miran en los ríos; las cimas de los árboles se estremecen, murmuran y parecen pensativas... Aún está más triste mi corazón. En vano un aire fresco acaricia las hojas, el otoño imita en vano las galas de la primavera y flores de color recogen en sus tiernos pétalos las gotas de rocío. ¿Qué nuevas desgracias amenazan a mi patria? ¿Qué reciente crimen se ha cometido en nombre de la santa libertad?
Es que acaba de abrirse una tumba, y ha caído en ella el último venezolano, el fruto que crearon la aplicación y el talento, y que sazonó la paz, en los envidiados días, que para siempre huyeron, de gloria nacional. ¡Llorarle es afligirse por los destinos de un pueblo, condenado a vivir de la ceniza de sus días pasados! 

Maria Navarro 

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